lunes, 30 de mayo de 2016

La alergia puede aparecer en cualquier momento de la vida

Es más común en la infancia y adolescencia por los factores genéticos, importantes en el desarrollo de la alergia, pero también influyen los factores medioambientales. El humo del tabaco u otro tipo de contaminación como el ozono, son determinantes para que pueda aparecer la alergia en cualquier momento. Las frutas y verduras, además, pueden hacer padecer síntomas a los alérgicos al polen al tener proteínas similares.
Los alérgicos nacen y se hacen. Es cierto que suele aparecer en la etapa de infancia o adolescencia pero nadie está exento de que, si no la ha padecido nunca, pueda afectarle en el futuro. De hecho, aunque el polen es la principal causa de alergias, hay muchas personas que la desarrollan posteriormente hacia otros tipos como los alimentos, especialmente a frutas y verduras o también los frutos secos. 
Existen varios factores que determinan la posible aparición futura de alergias en las personas. Por supuesto, el principal sigue siendo el porcentaje genético que lo determina aunque el ambiente que rodea a la sociedad también es importante. La zona en la que se vive o se convive depende mucho para el desarrollo de algún tipo de alergia. 
Así, según registra el doctor Ignacio Dávila, del servicio de alergología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, en el libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA, “hay un componente hereditario, pero además hay otros factores asociados que participan en el desarrollo de las enfermedades alérgicas”.
En este sentido, sigue explicando el doctor, no se pueden explicar desde el componente hereditario el aumento y desarrollo de las enfermedades alérgicas en los últimos años. “Desde principios del siglo XX y sobre todo a partir de su segunda mitad, especialmente en los países desarrollados, se ha observado un notable incremento de las enfermedades alérgicas, hasta el punto de adquirir proporciones epidémicas”, comenta, por lo que se trata de un periodo demasiado breve para que la causa sea una alteración genética. 
De esta manera, parece que los factores medioambientales son una causa directa, como la exposición al humo del tabaco, activa o pasiva, en especial en las etapas más precoces del desarrollo; los agentes contaminantes atmosféricos, especialmente el ozono; la exposición a alérgenos y a agentes microbianos. El caso de las infecciones víricas es más complejo. 
Desde el polen a la fruta
Existe, además, la posibilidad de que un alérgico al polen lo acabe contrayendo también a las frutas y verduras debido a que las proteínas alergénicas de los pólenes son muy parecidas a las de los vegetales. De esta manera, cuando los anticuerpos detectan la estructura similar, se unen a ella y pueden desencadenar una reacción alérgica. 
El melón, por ejemplo, un síndrome de alergia oral, puede producir picor o afonías sin afectar, sin embargo, como lo podría hacer el polen. De hecho, con frecuencia la reacción es débil y exclusivamente de la cavidad bucal. Esto no es solo exclusivo de los vegetales ya que en alimentos de origen botánico como los frutos secos o legumbres o los productos de goma natural también ocurre lo mismo. 
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