Las crisis asmáticas graves en el primer trimestre de gestación están asociadas con un aumento del riesgo de que el bebé desarrolle malformaciones congénitas,lo que para los autores de un nuevo estudio señala la importancia del control del asma durante el embarazo.

En una investigación de cohorte retrospectiva, el equipo dela doctora Lucie Blais, de la Universidad de Montreal en Canadá,evaluó la relación entre las crisis asmáticas de mujeres durante el embarazo y los defectos congénitos fetales.

Para eso, los autores analizaron las bases de datos provinciales de Quebec con información de más de 36.500 gestaciones de mujeres con asma diagnosticado dos años antes de uno o más partos.

En la revista Thorax, el equipo publica que un 0,3 por ciento de las mujeres tuvo crisis asmáticas graves (con una omás internaciones) en el primer trimestre del embarazo, mientras que 3,9 por ciento de las mujeres tuvo crisis moderadas (con unao más consultas de emergencia sin internación).

La prevalencia de las malformaciones congénitas fue del 19,1por ciento en el primer grupo y del 11,7 por ciento en el segundo, comparado con el 12 por ciento en el grupo de control(sin internaciones ni consultas de emergencia).

Las cifras para los defectos graves fueron, respectivamente,del 11,8, el 7,6 y el 6,8 por ciento.

El riesgo de tener un bebé con malformaciones creció significativamente sólo en las mujeres que habían tenido exacerbaciones graves durante el embarazo, frente al grupo decontrol, en los análisis ajustados (este aumento perdió relevancia estadística al revisar las malformaciones graves).

"El estudio es evidencia de la necesidad de controlar el asma con las terapias adecuadas", dijo la coautora, Fatima-ZohraKattani, del Centro de Investigación del Hospital del SagradoCorazón de Montreal. "Esos fármacos son altamente efectivos para reducir el riesgo de sufrir exacerbaciones", añadió.

La doctora Margaret L. Dow, consultora asociada senior de laDivisión de Obstetricia de la Facultad de Medicina de la ClínicaMayo en Rochester, Minnesota, advirtió que los datos se pueden malinterpretar.

"El 70 por ciento de las participantes no contaban con información de los medicamentos utilizados. Y en el 30 por ciento que contaba con esa información, no existían reportes asociados", dijo Dow, que no participó del estudio.

"No sabemos si el asma causó las malformaciones o si las terapias para controlar las exacerbaciones elevaron el riesgo deque los bebés desarrollaran esos defectos", agregó.

Aún así, consideró que la mayoría de los tratamientos disponibles para el asma, incluidos los broncodilatadores y los corticoesteroides inhalables, son seguros en el embarazo, de acuerdo con una validación en una revisión de Cochrane y las recomendaciones del Congreso Estadounidense de Obstetras yGinecólogos (ACOG, por su sigla en inglés).

De acuerdo con el ACOG y el Programa Nacional de Educación yPrevención del Asma, tratar las crisis asmáticas es más seguroque no tratarlas. "Controlar una exacerbación aguda y graves es lo correcto, sin duda", dijo Dow.

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