Así lo aseguraron especialistas en el marco de la Semana Mundial de la Alergia que se celebra entre el 13 y el 19 de abril.
"La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay en el mundo unas 235 millones de personas con asma y para 2050 se prevé que serán unas 500 millones", detalló a Télam el médico alergólogo Wenceslao Sánchez de la Vega, vicepresidente de la fundación Fundaler.
A la vez, existen 400 millones de personas que padecen rinitis alérgica, la más común de las enfermedades alérgicas -con una prevalencia de entre un 15 y un 30 por ciento según el país-, cifra que también está en aumento, sobre todo en los niños.
El especialista aseguró que "el incremento de las alergias y el asma en los pacientes lo observamos ya desde hace varios años y es una consecuencia de los cambios en las formas de vida".
El aumento de la población en las áreas urbanas, la creciente producción de bienes a costa de la contaminación del medio ambiente y una forma de vida con menor contacto con el aire libre, son algunas de las causas que Sánchez de la Vega menciona como posibles determinantes de esta tendencia.
Aunque los especialistas encuentran una vinculación entre la rinitis alérgica y el asma, se tratan en realidad de diferentes patologías: la rinitis alérgica es la inflamación de la mucosa de las fosas nasales que se manifiesta por síntomas como estornudos, rinorrea (mucosidad nasal acuosa), picazón de la nariz y el bloqueo nasal a bascula (nariz tapada en forma alternada en ambos orificios).
En tanto, el asma es una afección respiratoria crónica, caracterizada por la inflamación de la vía aérea con incremento del moco y contracción del músculo bronquial cuyo síntomas son sibilancias (silbidos al espirar), opresión en el pecho, dificultad para respirar y tos.
No obstante, de acuerdo a investigaciones desarrollas por Fundaler, existe en algunos casos una vinculación entre el asma y la rinitis alérgica: el 80 por ciento de los pacientes con asma tienen también rinitis y el 40 por ciento de los riníticos tiene asma.
En el caso de los más chicos, quienes padecen rinitis alérgica tienen 4 a 6 veces más posibilidades de llegar a tener asma, en tanto que en los niños de 6 años la prevalencia de la rinitis alérgica es del 39.9 por ciento y tienen un factor de riesgo de llegar a tener asma de 4.05.
Por su parte, en los niños de 12 años la prevalencia es del 33 por ciento y el factor de riesgo asciende a 6.17.
"Las causas que originan las alergias o las crisis de asma son múltiples y pueden ir desde el polen, un alimento, hasta un medicamento, los pelos de un gatos, el humo del tabaco, el cambio de temperatura, entro otros miles, por eso el primer paso es identificar el origen", sostuvo Sánchez de la Vega.
Y añadió que "cuando el asma y la rinitis alérgica no están adecuadamente tratadas son una de las mayores causas de ausentismo escolar y laboral".
En el mismo sentido, Jorge Máspero, director médico del Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias (Fundación CIDEA), sostuvo que "los pacientes con asma sufren un enorme impacto de la enfermedad sobre su salud, lo que se traduce en pérdida de días de escuela y en una productividad significativamente más baja cuando se hallan en presencia de síntomas, y en muchos otros tipos de limitaciones en su vida cotidiana".
"Por esto -continuó- el control del asma es un objetivo ineludible no sólo porque lograrlo mejora la calidad de vida del paciente y reduce o elimina cualquier limitación que el asma pueda causar, sino también porque disminuye enormemente el riesgo de exacerbaciones o crisis de asma y el consiguiente riesgo de visitas a salas de emergencia, eventuales internaciones e incluso la muerte".
Máspero señaló que "el tratamiento dependerá de la gravedad del paciente; en referencia al asma están los medicamentos de rápido alivio o “rescate” que contrarrestan los síntomas del asma una vez manifestados pero no actúan sobre la enfermedad, estos son: broncodilatadores de acción corta y los corticoides orales o inyectables en casos de exacerbaciones".
"El tratamiento a largo plazo, en cambio, implica la aplicación de medicamentos de uso diario que controlan la enfermedad y disminuyen la inflamación de las vías aéreas, y son los antileucotrienos, los esteroides inhalados solos o en combinación con broncodilatadores de acción larga", continuó.
Según Sánchez de la Vega, "en todos los casos hay medidas que se pueden tomar cuando una persona tiene alergias o asma que tienen que ver con las condiciones de los ambientes. Ventilar, evitar la presencia de alfombras, libros, peluches y todo objeto que junte polvo, lavar periódicamente cortinas, sabanas, acolchados, son algunas medidas sencillas que contribuyen a disminuir los ácaros, causante del 80 por ciento de las alergias"
Fuente: http://www.diariojornada.com.ar/
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