Autor/a: Hidde Heesakkers, MD; Johannes G. van der Hoeven, MD, Stijn Corsten, MD; et al Fuente: JAMA doi:10.1001/jama.2022.0040 Clinical Outcomes Among Patients With 1-Year Survival Following Intensive Care Unit Treatment for COVID-19.
Introducción
La pandemia de COVID-19 resultó en un aumento de pacientes en estado crítico que requirieron tratamiento en unidades de cuidados intensivos (UCI), con muchos sobrevivientes de enfermedades críticas en riesgo de sufrir deficiencias a largo plazo.
Los síntomas posteriores a la UCI se pueden dividir en el dominio físico, mental y cognitivo y están asociados con una mayor mortalidad a 1 año, mayores costos de atención médica y una menor calidad de vida (QoL).
Estudios recientes han demostrado que los pacientes que requirieron tratamiento en la UCI por COVID-19 experimentan síntomas a corto plazo en los 3 dominios. Las consecuencias a largo plazo aún se desconocen en gran medida, pero es probable que sean sustanciales dada la presencia de factores de riesgo conocidos para los problemas posteriores a la UCI, las circunstancias de la pandemia y la aparición de síntomas en pacientes hospitalizados que no están en la UCI con COVID-19.
En vista de la larga duración del tratamiento en la UCI entre los pacientes con COVID-19, se esperarían peores resultados a largo plazo en comparación con los pacientes de la UCI sin COVID-19.
Además, los pacientes que sobreviven al síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) (que es clínicamente similar a la COVID-19 grave) con frecuencia experimentan síntomas a largo plazo. La comprensión de los resultados a largo plazo entre los pacientes con COVID-19 que recibieron tratamiento en la UCI es importante para brindar una atención adecuada y cuidados posteriores adaptados a las necesidades clínicas de estos pacientes.
El objetivo del presente estudio fue evaluar la aparición de síntomas físicos, mentales y cognitivos en pacientes con COVID-19 un año después de recibir tratamiento en la UCI.
Importancia
Se desconocen los resultados a un año en pacientes que han tenido COVID-19 y que recibieron tratamiento en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Objetivo
Evaluar la aparición de síntomas físicos, mentales y cognitivos entre pacientes con COVID-19 un año después del tratamiento en la UCI.
Diseño, entorno y participantes
Estudio de cohorte multicéntrico prospectivo exploratorio realizado en UCI de 11 hospitales holandeses. Los pacientes (N = 452) con COVID-19, mayores de 16 años y vivos después del alta hospitalaria luego de la admisión a 1 de las 11 UCI durante el primer aumento de COVID-19 (1 de marzo de 2020 hasta el 1 de julio de 2020) fueron elegible para la inclusión.
Los pacientes fueron seguidos durante 1 año y la fecha de seguimiento final fue el 16 de junio de 2021.
Exposiciones
Pacientes con COVID-19 que recibieron tratamiento en la UCI y sobrevivieron 1 año después de la admisión en la UCI.
Principales resultados y medidas
Los resultados principales fueron la aparición autoinformada de síntomas físicos (fragilidad [puntuación de la escala de fragilidad clínica ≥5], fatiga [fuerza individual de la lista de verificación: puntuación de la subescala de fatiga ≥27], problemas físicos), síntomas mentales (ansiedad [puntuación de la escala de y depresión {puntuación de la subescala HADS} ≥8], depresión [puntuación de la subescala HADS ≥8], trastorno de estrés postraumático [puntuación media de la escala del impacto del evento ≥1,75]) y síntomas cognitivos (Cuestionario de insuficiencia cognitiva—puntuación 14 ≥43) 1 año después del tratamiento en la UCI y medido con cuestionarios validados.
Resultados
De los 452 pacientes elegibles, se pudieron incluir 301 (66,8 %) pacientes y 246 (81,5 %) pacientes (edad media [DE], 61,2 [9,3] años; 176 hombres [71,5 %]; mediana de estancia en UCI, 18 días [IQR, 11 a 32]) completaron los cuestionarios de seguimiento de 1 año.
Un año después del tratamiento en la UCI para COVID-19, 182 de 245 pacientes informaron síntomas físicos (74,3 % [IC 95 %, 68,3 % a 79,6 %]), 64 de 244 pacientes informaron síntomas mentales (26,2 % [95 % IC, 20,8% a 32,2%]) y síntomas cognitivos fueron informados por 39 de 241 pacientes (16,2% [95% IC, 11,8% a 21,5%]).
Los nuevos problemas físicos notificados con más frecuencia fueron debilitamiento (95/244 pacientes [38,9 %]), rigidez articular (64/243 pacientes [26,3 %]), dolor articular (62/243 pacientes [25,5 %]), debilidad muscular (60 /242 pacientes [24,8%]) y mialgia (52/244 pacientes [21,3%]).
Discusión
En este estudio de cohorte prospectivo exploratorio que incluyó pacientes de 11 hospitales holandeses que sobrevivieron 1 año después del tratamiento en la UCI para COVID-19, se informaron con frecuencia síntomas físicos, mentales o cognitivos. Además, muchos sobrevivientes experimentaron una condición debilitada o problemas musculoesqueléticos y tuvieron problemas relacionados con el trabajo como resultado del episodio de enfermedad crítica.
Los estudios en pacientes que sobrevivieron al tratamiento de la UCI para la COVID-19 con resultados de hasta 6 meses de seguimiento mostraron tasas de prevalencia comparables de fatiga y problemas musculoesqueléticos, por ejemplo, debilidad adquirida en la UCI.
En otros brotes virales, por ejemplo, SARS en 2003 o MERS en 2012, aproximadamente un tercio de los sobrevivientes de la UCI informaron problemas de salud mental más allá de los 6 meses posteriores al alta, que es ligeramente superior a la tasa de 1 año del 26,2 % para los síntomas de salud mental reportados en el presente estudio.
Conclusiones y relevancia En este estudio exploratorio de pacientes en 11 hospitales holandeses que sobrevivieron 1 año después del tratamiento en la UCI por COVID-19, se informaron con frecuencia síntomas físicos, mentales o cognitivos. |
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