Muchos estudios han sugerido que los millones de microorganismos que habitan
en el cuerpo humano influyen en nuestra salud actual y futura, y pueden explicar
la creciente incidencia de varias afecciones médicas graves que ahora afectan a jóvenes y mayores.Expertos indican que los partos por cesárea y la lactancia materna limitada pueden distorsionar la población de microorganismos, conocida como microbioma, en el intestino del bebé y pueden explicar el aumento desenfrenado de problemas de salud preocupantes en niños y adultos, incluyendo asma, alergias, enfermedad celíaca, diabetes tipo 1 y obesidad. Estas condiciones, entre otras, son más probables cuando el intestino de un bebé ha sido insuficientemente poblado por bacterias promotoras de la salud.
Los primeros microbiosAhora el foco está puesto dónde comienza todo, especialmente en cómo esta gran población de microbios en nuestro cuerpo se ve afectada, para bien o para mal, por cómo nacen y se alimentan los bebés.A medida que esta información trascienda, podría conducir a cambios profundos en obstetricia, pediatría y crianza de los hijos. Los dos más importantes serían: menos cesáreas programadas y más madres amamantando exclusivamente durante seis meses a sus hijos, a fin de mejorar los tipos y las cantidades de bacterias que habitan en el intestino del bebé.Estos organismos realizan funciones importantes que incluyen digerir los nutrientes no utilizados, producir vitaminas, estimular el desarrollo inmune normal, contrarrestar las bacterias dañinas y fomentar la maduración del intestino. La interrupción de una o más de estas funciones puede ocasionar problemas de salud graves, a veces de por vida.Estudios recientes han demostrado que tanto un parto vaginal como la lactancia materna exclusiva pueden afectar significativamente los tipos y la cantidad de microbios intestinales y el riesgo de desarrollar diversos problemas de salud.Por ejemplo, una investigación1 que involucró a dos millones de niños nacidos entre 1977 y 2012, encontró que los nacidos por cesárea eran significativamente más propensos que los nacidos por parto vaginal a desarrollar asma, trastornos sistémicos del tejido conectivo, artritis juvenil, enfermedad inflamatoria del intestino, inmunodeficiencias y leucemia.Los bebés nacidos por vía vaginal adquieren los microbios que habitan en la vagina y el intestino de su madre. Sin embargo, los nacidos por cesárea comienzan a adquirir microbios, principalmente de la piel de la madre y del personal y el entorno en la sala. En cuanto a la alimentación, la Dra. Suchitra K. Hourigan, gastroenteróloga pediátrica y directora del Instituto de Medicinal Translacional Inova, en Virginia, Estados Unidos, señala: “La lactancia materna es la mejor y más segura forma de exponer a los bebés a las bacterias de su madre.”La leche materna contiene muchas de las mismas bacterias beneficiosas que se encuentran en la vagina de la mujer; los bebés que son amamantados tienen menos probabilidades de desarrollar infecciones respiratorias, gastrointestinales y alergias, así como enfermedades crónicas como diabetes, obesidad y enfermedad inflamatoria intestinal, que los bebés que se alimentan a base de fórmulas.
Un estudio 2 muestra que los bebés que se alimentaron principalmente de leche materna, tuvieron una microbiota intestinal más parecida a la de sus madres. Los autores del estudio notaron que las bacterias de la leche materna que llegan y se siembran el intestino del bebé, influyen en el microbioma futuro, dejando una huella que puede detectarse incluso en la adultez. Estos organismos se asocian con un riesgo reducido de desarrollar ciertas enfermedades, como el asma. El mismo estudio reveló que los bebés que no fueron principalmente alimentados con leche materna, adquirieron una gran cantidad de bacterias relacionadas con el riesgo de desarrollar obesidad.
Por lo tanto, ofrecer apoyo a las madres de bebés que desean amamantar, podría ayudar a promover una microbiota intestinal saludable y prevenir futuras complicaciones.
Referencias:
1.- Cesarean Section and Chronic Immune Disorders. American Academy of Pediatrics, 2014. doi: 10.1542/peds.2014-0596
2.- Association Between Breast Milk Bacterial Communities and Establishment and Development of the Infant Gut Microbiome. JAMA Pediatrics, 2017. doi:10.1001/jamapediatrics.2017.0378
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