Las nuevas normas aprobadas -explican desde el instituto IDMA- incluyen límites más estrictos para las emisiones de óxidos de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y partículas en suspensión (PM2,5 Y PM10), todas ellas nocivas para la salud y el medio ambiente. En 2014, según el informe "Un oscuro panorama" -elaborado por este instituto-, la contaminación de las 15 centrales térmicas de carbón españolas provocó 459 hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, 709 muertes prematuras, más de 10.500 nuevos episodios de asma en niños y pérdidas económicas de entre 800 y casi 1.700 millones de euros anuales.
Los últimos datos publicados por la Agencia Europea de Medio Ambiente muestran cómo las plantas eléctricas de carbón siguen siendo las instalaciones industriales de generación de electricidad más contaminantes de Europa, con Gran Bretaña a la cabeza. En cuanto a España -informa el instituto-, la central de carbón de Andorra (Teruel) es la cuarta instalación que más SO2 emite en Europa.
Según el informe "Lifting Europe’s Dark Cloud: How cutting coal saves lives" con datos de 2013, la aplicación de estas nuevas normas (conocidas como BREF) supondría en España una disminución del número de muertes prematuras en un 76% (pasarían de 1.530 a 360). También disminuyen de manera muy significativa los síntomas de asma en niños, un 75% menos, y los casos de bronquitis, un 95%.
Según la directora del instituto IDMA, Ana Barreira, “ante estas evidencias, tanto de impactos actuales en la salud como de reducción de los mismos con la aplicación de las nuevas normas, las administraciones autonómicas deben comenzar los procedimientos de revisión de las autorizaciones ambientales integradas y no esperar hasta el final del plazo para así reducir dichos impactos. Se trata de nuestra salud; además, en la actualidad -ha añadido Barreira- las autorizaciones no cumplen aún con los valores de la Directiva de Emisiones Industriales, como ha reconocido el Tribunal Superior de Justicia de Asturias”.
En el comunicado que ha difundido, el instituto recuerda además que "otros impactos significativos de la quema de carbón [aparte de los relativos a la salud] son los impactos climáticos. Por ello -concluye-, es necesario que el Gobierno español apruebe de manera urgente un plan de cierre progresivo de las centrales de carbón en España a más tardar en 2025".
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.