Un menor se somete a una prueba para detectar si es alérgico a la penicilina |
Muchos niños y adolescentes de los que se sospecha que son alérgicos a la penicilina, un antibiótico de primera línea y barato, en realidad no lo son, indica una nueva investigación.
Los hallazgos, que se hacen eco de una investigación parecida realizada a principios de este año en adultos, significan que a muchos pacientes se les recetan unos antibióticos de amplio espectro más caros, según los expertos. Estas alternativas pueden conllevar unos efectos secundarios mayores y contribuir al aumento de las infecciones resistentes a los antibióticos.
"Es importante cuestionarse esto porque lleva a un aumento sustancial en los costos, tanto para las familias como para el sistema de atención de la salud, cuando tenemos que pasar a usar un antibiótico de un espectro más amplio", dijo el autor del estudio, el Dr. David Vyles, médico asistente de emergencias pediátricas en el Colegio Médico de Wisconsin, en Milwaukee.
"Creemos que en muchos casos no se trata de una verdadera reacción alérgica", añadió. "Limita sustancialmente el tipo de antibióticos que pueden recetarse".
En 2014, en las farmacias de EE. UU. se dispensaron más de 266 millones de regímenes de antibióticos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Esto equivale a más de 5 recetas escritas cada año por cada 6 personas.
Vyles y su equipo analizaron los cuestionarios realizados por casi 600 padres de niños y adolescentes de entre 4 y 18 años de edad que describían los síntomas de alergia de sus hijos. Las familias llegaron a un departamento de emergencias pediátricas urbano en un periodo de 19 meses.
Un poco más de 300 de los niños y adolescentes habían experimentado síntomas de bajo riesgo de alergia a la penicilina, incluyendo sarpullidos, vómitos o diarrea, según los padres.Se realizaron pruebas a 100 de estos
El resultado fue que los 100 niños y adolescentes a los que se realizaron las pruebas no eran alérgicos y se les dejó de designar como tales en sus expedientes médicos, dijeron los investigadores.
"Durante mi residencia y mi beca en pediatría, constantemente vimos familias que reportaban una alergia a la penicilina y que cuestionaban la validez" de esa afirmación, dijo Vyles. Dos de sus 3 hijos pequeños también habían sido identificados erróneamente como alérgicos al medicamento, indicó.
¿Por qué existe esta confusión con respecto a quién es realmente alérgico a la penicilina?
Vyles y otro experto dijeron que muchos padres notan que sus hijos presentan un sarpullido más o menos en el mismo periodo en que se les ha recetado la penicilina. Pero el sarpullido probablemente se debe a una infección, no al medicamento.
"Muchas infecciones se asocian con un sarpullido, y si se da a un niño un antibiótico para esta enfermedad o por alguna otra razón, el sarpullido puede atribuirse erróneamente a una alergia a la penicilina", explicó el Dr. Stephen Eppes, vicepresidente de pediatría y director de enfermedades infecciosas pediátricas en el Sistema de Atención de la Salud Christiana en Wilmington, Delaware.
Eppes, que no participó en la nueva investigación, dijo que hasta al 10 por ciento de las personas se les dice o creen que son alérgicas a la penicilina. Pero cuando se les hace la prueba para la alergia, más del 90 por ciento de ellas en realidad no son alérgicas al medicamento.
"O bien para empezar el diagnóstico de alergia a la penicilina era incorrecto, o bien tenían una hipersensibilidad a la misma que desapareció con el tiempo", dijo. "Creo que lo primero es más habitual, lo que significa que las personas creen que han tenido una reacción que no es realmente una alergia".
Otra idea errónea es que la alergia a la penicilina es hereditaria, indicó Eppes, así que algunos de los padres que son alérgicos al medicamento dan por hecho que sus hijos también lo son.
Y dado que la prueba estándar de 3 pasos para la alergia a la penicilina dura unas 3 horas, muchos no quieren hacerla, afirmaron los médicos.
Vyles dijo que planea otro estudio basado en sus nuevos hallazgos. En esa investigación, los niños identificados como de bajo riesgo a la alergia a la penicilina procederán directamente al "reto oral" mientras sigan con el tratamiento en el departamento de emergencias del hospital.
El estudio aparece en la edición en línea del 3 de julio de la revista Pediatrics.
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