martes, 13 de diciembre de 2016

Las mordeduras y picaduras de insectos pueden causar una reacción cutánea inmediata

A diferencia de lo que se cree, las picaduras de algunos insectos y arañas provocan más muertes por intoxicación que las mordeduras de serpientes. Las mordeduras de hormigas rojas y las picaduras de abejas, avispas y avispones suelen ser dolorosas; en cambio, las picaduras de mosquitos, pulgas y ácaros son más propensas a causar picazón en vez de dolor.
En la mayoría de los casos, estos ataques de insectos se pueden tratar fácilmente, sin embargo, algunas personas pueden presentar reacciones extremas que requieren tratamiento médico inmediato para prevenir la muerte.
Las mordeduras de arañas como la viuda negra o la reclusa parda, pueden ser serias y potencialmente mortales. La mayoría de las arañas, sin embargo, son inofensivas. Por eso, ante una picadura, se recomienda intentar identificar el insecto que la provocó.
Los síntomas varían según el insecto y el tipo de picadura o mordedura pero pueden incluir dolor, enrojecimiento, hinchazón, picazón, ardor, entumecimiento y hormigueo.
Algunas personas pueden presentar reacciones graves, e incluso mortales, a las picaduras de abejas o de insectos. Este tipo de afección se conoce como shock anafiláctico y puede llevar a una muerte rápida si no se trata de manera oportuna.
Los síntomas de anafilaxia pueden ocurrir rápidamente y afectar a todo el cuerpo. Se debe estar atento a la presencia de dolor en el pecho, hinchazón de la boca o el rostro, dificultad para deglutir o respirar.
En caso de reacciones graves se debe confortar al afectado intentando que mantenga la calma. Si lleva puestos joyas o anillos, se recomienda removerlos por si llega a haber inflamación o hinchazón.
Si mostrara dificultades respiratorias, es fundamental contactar a emergencias e iniciar las maniobras de respiración boca a boca y RCP.
Algunas personas con antecedentes de reacciones graves a insectos llevan consigo un estuche de epinefrina (también conocido como Epi-pen), en caso de ser de así, se debe aplicar lo antes posible.
Para tratar la mayoría de las picaduras y mordeduras se recomienda retirar el aguijón del insecto (si lo hubiera) raspando la piel con la parte posterior de una tarjeta de crédito o algún otro objeto de borde recto. El uso de pinzas se desaconseja porque pueden apretar el saco del veneno y aumentar la cantidad secretada.
A continuación se debe lavar bien el área afectada con agua y jabón y aplicar hielo (envuelto en un trozo de tela) en intervalos de 10 minutos.
De ser necesario, se pueden suministrar antihistamínicos o aplicar cremas de venta libre que ayuden a aliviar la picazón.
Durante los siguientes días, es conveniente estar atento a señales de infección (como aumento del enrojecimiento, la hinchazón o el dolor).
Nunca se deben aplicar torniquetes, ni administrar estimulantes, aspirinas o cualquier otro medicamento para el dolor no prescrito por un profesional médico.
Los pacientes que hayan sufrido reacciones graves por una picadura de abeja, deben consultar con un alergólogo para recibir pruebas cutáneas y tratamiento. Es posible que les receten un equipo de emergencia para llevar consigo habitualmente.
Para prevenir las picaduras es conveniente no realizar movimientos rápidos y bruscos cerca de colmenas o nidos de insectos.
Al comer en espacios abiertos, se recomienda el uso de repelentes para insectos y ropa protectora. Además, se debe tener especial cuidado con las bebidas azucaradas y mantenerse alejado de los contenedores de basura ya que, a menudo, atraen a las abejas.

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