En los últimos años, y de forma especial la última temporada otoño/invierno, las temperaturas inusuales para estos meses del año han desencadenado procesos de polinización tempranos y en ocasiones hasta repetidos. El resultado ha sido una sobreexposición al polen durante más “Sobre-polinización”.
Si bien las escasas precipitaciones de octubre a marzo –las lluvias para este periodo no llegan al 50% de los valores normales para la Comunitat Valenciana- marcarán para esta primavera una intensidad leve de concentración de polen para la Comunidad Valenciana, lo cierto es que los cambios en los procesos de polinización obligan, en muchos casos, a tratar los incómodos síntomas de la alergia –rinitis, conjuntivitis, lagrimeo, etc.- durante espacios de tiempo cada vez más prolongados.
Esta necesidad aumenta el coste del tratamiento mediante fármacos para el control de los síntomas, además de alargar incómodos efectos secundarios como, por ejemplo, la somnolencia en el caso de medicamentos antihistamínicos.
“La alergia al polen puede alterar de forma negativa la rutina diaria de quien la padece; además lleva asociado un alto coste socioeconómico”, asegura, en este sentido, el doctor Agustín Fernández, alergólogo de Hospitales Nisa.
La eficacia de las vacunas. Recientemente, un equipo de alergólogos de Hospitales Nisa –del que forma parte el doctor Fernández- llevó a cabo un estudio entre más de 1.300 pacientes para medir el nivel de eficacia y satisfacción de los pacientes tratados con inmunoterapia, es decir, con vacunas contra la alergia al polen. Los resultados fueron claramente favorables a este tipo de tratamiento.
“La inmunoterapia permite una reducción considerable de los gastos en torno al tratamiento de la alergia, tanto a nivel sociolaboral – productividad en e l trabajo, calidad de vida, etc- como en el coste por atención médica y a la hora de acudir a la farmacia a comprar los fármacos necesarios”, afirma Agustín Fernández.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunoterapia Clínica (SEAIC), los datos más relevantes son los referidos al coste en asistencia médica y farmacológica: las vacunas disminuyen un 40% los gastos en servicios médicos y un 30% los destinados a fármacos de alivio sintomático. En este sentido, matiza Fernández, “lo realmente interesante es que la vacuna es el único tratamiento capaz de modificar la evolución de la alergia. Por lo tanto, conviene analizar su conveniencia a la hora de diseñar el tratamiento integral que el paciente alérgico precisa”.
Consejos para sobrevivir a la alergia al polen
Con todo, y de cara a los picos de concentración de polen que se centran en los meses de abril, mayo y junio, desde Hospitales Nisa se ofrece a los alérgicos al polen los siguientes consejos
1. Evitar actividades al aire libre como ejercicio físico intenso
2. Consultar los niveles de polen a través de aplicaciones móviles avaladas por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) o en la web polenes.com
3. Cerrar las ventanas en casas; ventilar la vivienda a mediodía y por poco tiempo
4. Utilizar gafas de sol en el exterior y mascarilla que cubra nariz y boca en días de alta polinización
5. Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa
6. Usar filtro antipolen en el coche y purificadores de aire en casa
7. No cortar el césped ni podar en días de alta polinización
8. Cuando una persona está ya diagnosticada de alergia, debe permanecer alerta ante cualquier indicio de agravamiento de los síntomas y acudir al médico en caso de empeoramiento
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