Sufrir picaduras, consumir alimentos aparentemente inofensivos, acostarse en el pasto o respirar sobre una almohada. Para los alérgicos, cualquiera de estas situaciones puede convertir un vuelo, una estadía o una excursión en una gran pesadilla.
Más de un 5% de las consultas médicas realizadas durante los viajes tiene relación con algún tipo de alergia, y la mayoría de los casos se debe al polen, alguna comida o la presencia de insectos, porque los síntomas más frecuentes suelen verse incrementados al estar fuera de casa.
El Departamento Médico de la compañía de asistencia al viajero ASSIST CARD brinda a los alérgicos una serie de consejos para considerar antes y durante el viaje.
-Visitar al médico de cabecera. Pedirle recetas para la compra de los medicamentos que cubran la duración del viaje. Depende del grado de alergia en cuestión, puede sumarse un resumen de la historia clínica (sólo por si llega a ser necesaria en algún momento de la travesía), una receta con la prescripción detallada de los medicamentos a tomar (hay una posibilidad de que haya que presentarla en el aeropuerto por llevar remedios o si el paciente tiene que atenderse fuera del país) y una constancia médica de la condición de alérgico (en algunas aerolíneas podrían solicitarla si algún pasajero pidió restricciones especiales en las comidas).
-Medicamentos. Llevar suficientes remedios para el viaje, incluyendo una cantidad extra por si eventualmente se prolonga. Antihistamínicos, inhaladores, autoinyectores -para casos más severos- y todo lo que el médico le recete al paciente.Los medicamentos que le resultan indispensables al viajero, es mejor que los lleve en el bolso de mano, con el envase completo y teniendo en cuenta el tamaño en los vuelos. Se aconseja no despacharlos en la valija por las dudas, por si no arriba a destino y demanda unas horas o días recuperarla. En cuanto a las vacunas, durante el año es conveniente aplicarse aquellas que sean adecuadas para evitar infecciones que pueden empeorar el asma, por ejemplo (como la antigripal). Por supuesto, se recomienda consultar al médico si se necesitan otras vacunas para el destino y que evalúe si el viajero las puede recibir.
-Transporte (avión o barco). Avisar previamente a la aerolínea o compañía naviera si se tiene un problema de alergia alimentario. A las personas alérgicas al maní o ciertas comidas les conviene limpiar las mesas individuales del avión con toallitas húmedas, ya que esos pequeños restos pueden provocar reacciones leves o moderadas. Del mismo modo, y según el tipo de alergia, es mejor lavarse las manos antes de comer y evitar usar las almohadas y/o del avión.
-Alimentación. En general, es mejor elegir comidas simples, sin salsas ni aderezos envasados. Los alérgicos a ciertos alimentos pueden consumir sus propios snacks en lugar de los provistos por los barcos o aviones. Leer bien la carta de los restaurantes y las etiquetas de los productos cerrados y, ante la duda sobre si comer o no algún alimento, no hacerlo. El maní, ciertos frutos secos, el gluten, los lácteos y los mariscos suelen ser los enemigos más comunes para los alérgicos.
-Atención médica en el destino. Considerar adquirir un seguro de viaje ante la eventualidad de un cuadro impredecible y tener a mano los números de emergencia en el destino y la infraestructura de servicios médicos con que cuenta el lugar.
-Alojamiento. Lo ideal es dormir en habitaciones sin alfombras o elementos similares y preguntar acerca de la presencia de animales o vegetación que puedan ser perjudiciales para el alérgico. Tener mucho cuidado con las picaduras: usar repelentes sobre la piel y la ropa contra los insectos y no usar vestimenta de colores brillantes ni aplicarse perfumes o aerosoles -incluso en el cabello- que puedan atraer insectos. Si el alojamiento incluye desayuno u otras comidas, el alérgico alimentario tiene que avisar con antelación qué ingredientes no puede ingerir.
-Tarjetas de advertencia. Si se viaja a un país donde se hable otro idioma, considerar la opción de adquirir tarjetas de advertencia sobre el tipo de alergia que se padece en el idioma del destino. También se puede llevar una pulsera o colgante de alerta de la alergia, si puede ser severa.
Fuente:http://www.clarin.com/
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