viernes, 31 de julio de 2015

Desentrañar el misterio de las alergias alimentarias en beneficio de la sociedad

Un estudio respaldado por dos proyectos financiados con fondos de la Unión Europea ha descubierto que el riesgo de dermatitis atópica en niños aumenta en gran medida por dos factores: un porcentaje elevado de grasa corporal al nacer y la predisposición de la madre a desarrollar ciertas reacciones alérgicas (atopia).

La dermatitis atópica (DA) o eccema atópico es una inflamación de la piel que provoca picores, rojeces, inflamación y grietas y que incluso puede dar lugar a la aparición de rinitis alérgica o asma a edades más avanzadas. Los investigadores al cargo del estudio opinan que la identificación temprana de los individuos en riesgo permitiría poner en marcha medidas de prevención con mayor celeridad.

El estudio, publicado recientemente en el Journal of Allergy and Clinical Immunology, recibió el apoyo de los proyectos ODIN (Food-based solutions for Optimal vitamin D Nutrition and health through the life cycle) e IFAAM (Integrated Approaches to Food Allergen and Allergy Risk Management). Ambas iniciativas financiadas con fondos europeos han investigado desde 2013 las relaciones entre la nutrición y la salud.
El objetivo del proyecto IFAAM fue el de desarrollar métodos y herramientas de base empírica con las que gestionar mejor los alérgenos en los alimentos y crear directrices nutricionales y planes de gestión de la alergia. Para la iniciativa fue fundamental obtener un conocimiento más profundo de los factores de riesgo en niños de todas las edades. De hecho, su labor partió de un análisis y una comparación de datos sobre reacciones alérgicas a distintos ingredientes como la leche y las claras de huevo en polvo y las harinas de nuez, avellana y cacahuete para identificar posibles factores de riesgo clave.
El equipo del proyecto aspira a articular un proceso de gestión estandarizado que permita a las empresas dedicadas a la fabricación de alimentos ofrecer productos con la mínima cantidad posible de alérgenos. Los resultados contribuirán también al desarrollo de normativas políticas paneuropeas eficaces sobre seguridad alimentaria que reduzcan el riesgo para los consumidores e impulsen la competitividad de la industria alimentaria.
Para aprovechar al completo los datos generados, el proyecto creará el «Allerg-e-lab», una plataforma informática en línea con la que difundir resultados de investigaciones, datos y evaluaciones de riesgo validadas en entornos clínicos.
Por su parte, en el proyecto ODIN se trabaja en el desarrollo de una estrategia de salud pública segura y eficaz con la que evitar la deficiencia de vitamina D. Aquellos que tienen acceso restringido a la luz del sol, padecen alergia a la leche o mantienen una dieta vegetariana estricta podrían estar en situación de riesgo.
En total se realizarán cuatro ensayos clínicos aleatorizados en embarazadas, niños, adolescentes e inmigrantes para evaluar las necesidades y deficiencias de vitamina D de estos grupos de población. A continuación se crearán productos alimentarios innovadores destinados a aumentar la cantidad de vitamina D en la cadena de suministro alimentario a través de la biofortificación de carne, pescado, huevos, queso, setas y levaduras. Por último se comprobará la eficiencia y la seguridad de estos nuevos alimentos para garantizar que cumplen con los más estrictos requisitos de la UE.

Tanto IFAAM como ODIN finalizarán en 2017.

Para más información, consulte:

ODIN

IFAAM

Fuente: Basado en notas de prensa y en artículos científicos de los proyectos ODIN y IFAAM.


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