miércoles, 25 de febrero de 2015

Las alergias alimentarias se previenen desde bebés

Por vez primera un ensayo clínico confirma la seguridad y eficacia de la administración de cacahuetes para evitar una posible alergia en niño de riesgo

Desde muy pequeños; así parece ser la mejor manera de prevenir algunas alergias alimentarias. Al menos en el caso de los cacahuetes, según un estudio que se publica en «The New England Journal of Medicine» y que se acaba de presentar en la Reunión Anual de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología.


El estudio concluye que la introducción de productos con cacahuete en la dieta de los lactantes con alto riesgo de desarrollar alergia al maní es una aproximación segura, pero que además logra una reducción del 81% en el riesgo posterior de desarrollo de la alergia. El trabajo, denominado Aprendizaje Temprano de la Alergia del Cacahuete (LEAP en inglés), se planteó debido a las observaciones que mostraban que los niños israelíes tienen menores tasas de alergia a los cacahuetes en comparación con los niños judíos de similar ascendencia pero que residen en el Reino Unido. A diferencia de los niños que viven en el Reino Unido, los niños israelíes comienzan a consumir alimentos que contienen cacahuetes desde muy temprano.
Así, los investigadores dirigidos por Gideon Lack, del King's College de Londres, han tratado de demostrar que las tasas tan bajas de la alergia al maní en los niños israelíes son el resultado de los altos niveles de consumo durante la infancia temprana.
«Las alergias alimentarias son una preocupación cada vez mayor en todo el mundo», afirma el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., Anthony S. Fauci. Por ejemplo, se calcula que en España entre el 4% y el 8% de la población infantil padece algún tipo de alergia infantil, siendo el pescado, el marisco y los frutos secos los alimentos que más la desencadenan. Algunas encuestas sugieren que cerca de 1,3 millones de personas en España padecen alergias alimentarias. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en la última década ha aumentado el número de personas afectas por una reacción alérgica a los alimentos. «La alergia a alimentos se ha duplicado en nuestro país en poco más de un decenio. En 1992 el 3.6% de las personas que acudían a una consulta de alergia lo hacían por alergia a alimentos. En 2005 la cifra pasó al 7.4%», dice el Informe Alergológica.
En este ensayo clínico los investigadores han comparado dos estrategias para prevenir la alergia a los cacahuetes: consumo o evitación en la dieta en aquellos bebés con riesgo de desarrollar alergia al cacahuete porque ya tenían alergia al huevo y/o eccema grave, una enfermedad inflamatoria de la piel. El estudio excluyó a los bebés que desde muy temprano mostraban fuertes signos de tener alergia al cacahuete porque, señala Lack, «todavía se desconoce la seguridad y la eficacia del consumo temprano de cacahuete en este grupo». El experto aconseja a los padres de bebés y niños pequeños con eczema o alergia al huevo consultar con un alergólogo, pediatra o su médico de cabecera antes de darles productos que contengan cacahuete.
En total los investigadores reclutaron a más de 600 niños de alto riesgo entre 4 y 11 meses de edad que fueron asignados de forma aleatoria a alguna de las dos estrategias: terapia de evitación o una dieta con al menos 6 gramos de proteína de cacahuete por semana. Los dos regímenes de se mantuvieron hasta 5 años de edad y todos los participantes fueron monitorizados durante este periodo.
Una vez transcurrido este periodo, los investigadores evaluaron la alergia al cacahuete en los 640 niños y vieron que una reducción del 81% en el riesgo de la alergia al cacahuete en aquellos que siguieron una dieta con cacahuete desde muy pequeños en comparación con los que evitaron el fruto seco.
Antes de 2008, la mayoría de las guías de práctica clínica recomendaban la evitación de los alimentos potencialmente alergénicos en las dietas de los niños con mayor riesgo de alergias a los alimentos, señala Daniel Rotrosen, del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. Sin embargo, añade, «mientras que los estudios recientes no han mostrado ningún beneficio de la evitación del alergeno, el estudio LEAP es el primero en demostrar que la introducción temprana de cacahuete en la dieta es realmente beneficioso». Y, subraya, nos muestra «un enfoque eficaz para gestionar un grave problema de salud pública».
Los investigadores van realizar un estudio de seguimiento, denominado LEAP-On , en el que van a pedir a todos los participantes del estudio LEAP que eviten el consumo de cacahuete durante un año. Estos resultados determinarán si se requiere o no el consumo de este fruto seco de forma continua para mantener la tolerancia del niño a los cacahuetes.
George Du Toit, M.B., B.Ch., Graham Roberts, D.M., Peter H. Sayre, M.D., Ph.D., Henry T. Bahnson, M.P.H., Suzana Radulovic, M.D., Alexandra F. Santos, M.D., Helen A. Brough, M.B., B.S., Deborah Phippard, Ph.D., Monica Basting, M.A., Mary Feeney, M.Sc., R.D., Victor Turcanu, M.D., Ph.D., Michelle L. Sever, M.S.P.H., Ph.D., Margarita Gomez Lorenzo, M.D., Marshall Plaut, M.D., and Gideon Lack, M.B., B.Ch. for the LEAP Study Team. Randomized Trial of Peanut Consumption in Infants at Risk for Peanut Allergy

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