Washington (EE.UU).- El
informe del
Tufts Center for the Study of Drug Development destaca entre sus
previsiones para el año que se inicia un rol importante de los medicamentos de precisión y biosimilares;
la continuidad de la oncología como área líder en ensayos y la necesidad de una nueva relación entre la industria y los financiadores por el encarecimiento de la I+D y sus frutos.
Según señala el Centro, se producirá un cambio de modelo que sustituirá los negocios basados en grandes volúmenes con bajos márgenes por otros de pequeños volúmenes con más márgenes, dirigiendo cada vez más recursos al desarrollo de medicamentos de precisión, altamente especializados, y fármacos huérfanos.
En unos cinco años - cuando muchos de los productos ahora en desarrollo con objetivos terapéuticos muy especificos lleguen al mercado - se encontrarán previsiblemente con una importante resistencia de los financiadores (como ocurrió con el anti-VHC Sovaldi -sofosbuvir-, de la americana Gilead) que cuesta en Estados Unidos mil dólares por comprimido, unos 84 mil por el tratamiento completo y que puede presagiar "futuros muros anti-reembolso", según el Outlook 2015 del Tufts Center. Esto contribuirá también a ese cambio de modelo que apunta el informe y que en parte requerirá una nueva relación entre industria y administraciones.
Según los datos obtenidos por el Centro a fines del año pasado el costo de desarrollar un nuevo fármaco asciende ya a 2.558 millones de dólares, frente a los 802 millones de dólares de hace una década.
El Centro, especializado en estudios del mercado farmacéutico, señala otras tendencias para este año, entre las que destaca:
Apuesta por la oncología. La industria invertirá cada vez más en la I+D de esta patología a partir de los recientes avances en el entendimiento de las bases moleculares de la enfermedad.
La biotecnología gana terreno. El desarrollo y aprobación de biotecnológicos mantendrá la tendencia actual: en los 10 primeros meses de 2014 se aprobaron en Estados Unidos 25 compuestos biológicos, que cada vez acaparan un porcentaje mayor de las ventas globales de fármacos. Se impulsarán los tratamientos genéticos -más de 20 compañías se centran en la inhibición del ARN y más de 25 en terapias génicas-, así como las terapias celulares y de células madre, con más de 30 y 20 firmas trabajando en estos ámbitos, respectivamente.
Todo esto generará a su vez nuevas alianzas entre farmacéuticas tradicionales y biotecnológicas, como continuación a los 392 acuerdos alcanzados en el terreno de los conjugados de anticuerpos entre 2009 y agosto de 2014, que generaron unas ventas superiores a los 31.000 millones de dólares en el citado periodo.
- Auge de los biosimilares
También es previsible el impacto que el segmento de los biosmilares tendrá en los mercados europeo y norteamericano con la llegada de este tipo de desarrollos para anticuerpos monoclonales. En el último trimestre de 2014, trece compañías tenían entre 30 y 40 de estas moléculas en últimas fases de ensayos, y entre 100 y 200 compañías de mercados emergentes están ensayando con biosimilares.
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