martes, 11 de noviembre de 2014

Alergias, detrás de casos de asma en la infancia

Especialistas consideran que este padecimiento incluso se trata de un síndrome. Hay manifestaciones alérgicas como rinitis que lo enmarcan.

Las alergias están detrás de gran parte de los casos de asma que comienzan en la infancia, sostiene Gustavo Rodrigo, neumólogo del Hospital Central de las Fuerzas Armadas en Montevideo, Uruguay, experto e investigador del padecimiento.

“La mayoría de los pacientes con asma que empieza en la niñez, no todos, pero la mayoría, tienen lo que podríamos llamarle un trasfondo alérgico. Es un asma que va a acompañada de otras manifestaciones de la alergia, por ejemplo rinitis, enfermedades de la piel, en fin, una serie de elementos que pueden determinar un marco general de alergia en el cual se produce el asma”, indicó en entrevista.
El especialista, quien visitó nuestro país en octubre pasado, comentó que, en efecto, es difícil determinar el origen del asma debido a que este padecimiento quizá no es una enfermedad única. Hoy se tiende a describir como síndrome (un conjunto de síntomas y signos). Sin embargo, hay una presencia importante de pacientes pediátricos que presentan manifestaciones alérgicas tras las cuales se presentan los cuadros de asma. Por otra parte, investigaciones médicas han establecido como factores de riesgo para desarrollar asma y alergias durante la infancia, la exposición al humo de tabaco o a la contaminación ambiental durante el embarazo.
También coinciden en que las vías respiratorias del paciente con asma –muy sensibles ante estos procesos inflamatorios repetidos- tienden a reaccionar ante la inhalación de ciertas sustancias.
Gustavo J. Rodrigo señaló que el asma es una enfermedad crónica de los pulmones que produce un proceso inflamatorio por el cual se estrechan las vías respiratorias y se presenta falta de aire, silbidos en el pecho y tos. Y no es poco frecuente: se calcula que la padecen hoy unas 300 millones de personas en el mundo.
Indicó que puede afectar a personas de cualquier edad, pero por lo general comienza durante la infancia, con una crisis que suele asustar mucho a los padres de familia, al ver que su hijo ‘se ahoga’. Episodio que los va a llevar a los servicios de urgencia de los hospitales de tanto en tanto, de no lograr un control efectivo.
El entrevistado, representante de la Asociación Latinoamericana del Tórax ante el Global Iniciative For Asthma (GINA), comentó que los síntomas -falta de aire, silbidos en el pecho, cansancio y tos- son elementos que pueden comprometer seriamente la calidad de vida del niño que padece asma, al no poder realizar las mismas actividades que el resto de sus compañeros. El paciente tiene periodos de estabilidad  intercalados con episodios de obstrucción de las vías aéreas (crisis asmáticas).
“Ocurre que la enfermedad puede tener una evolución muy variable: puede comenzar en la infancia y cuando llega el niño llega a la adolescencia desaparecer y no tener más síntomas el resto de su vida, es decir tiene un curso benigno; en algunas personas persiste toda la vida y por el contrario tiene síntomas graves o más severos. O puede ser de inicio tardío”, apuntó.
Por ello un reto lo constituye el diagnóstico, el cual se realiza de forma clínica (por los síntomas) y en base a una buena historial médico. No hay ninguna prueba de laboratorio o examen que lo determine. “Un niño que tiene episodios de broncoespasmos, en forma reiterada y por arriba de dos años es asmático. Vuelvo a repetir no hay una prueba específica pero si descartamos cualquier otro factor que pudiera estar afectando, llegamos al diagnóstico”, apuntó Rodrigo.
Posterior al diagnóstico, el médico tratante se debe enfocar a tratar la inflamación de las vías respiratorias. “Los fármacos antiinflamatorios son la piedra angular del tratamiento”, resaltó el experto. Dentro de este grupo los más utilizados son los corticoides, y de acuerdo a la condición específica del paciente se puede agregar otro fármaco, los broncodilatadores.
El objetivo principal del tratamiento es que el paciente reduzca al mínimo sus síntomas y no tenga episodios de exacerbación o crisis, dijo. “De curación no podemos hablar, pero sí podemos hablar de remisión”, subrayó. Y para esto es importante difundir información: que los padres no se angustien frente al diagnóstico, y sepan cómo actuar y que el médico tratante pueda llevar al control a su paciente y eventualmente a esta remisión.

El asma que padecen los menores va acompañado de otros padecimientos, como enfermedades en la piel
El asma que padecen los menores va acompañado de otros padecimientos, como enfermedades en la piel 
Claves
Del asma
  • El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que produce inflamación y obstrucción de las vías respiratorias
  • Provoca sensación de opresión en el pecho, silbidos al respirar, dificultad para respirar, tos y cansancio. Con frecuencia la tos se presenta por la noche o en las primeras horas de la mañana
  • Las vías respiratorias del paciente con asma son muy sensibles debido a estos procesos inflamatorios repetidos, por lo que tienden a reaccionar ante  la inhalación de ciertas sustancias
  • Se calcula que en el mundo hay 300 millones de personas con asma
  • En los Estados Unidos hay más de 25 millones de personas con asma diagnosticada, 7 millones son niños
  • En México se estima que padece asma 12 por ciento de la población
  • El paciente con asma es más vulnerable a infecciones respiratorias como la influenza
  • El tratamiento se basa en fármacos antiinflamatorios y en caso de requerirse, broncodilatadores
  • El asma no se cura pero puede entrar en remisión y tras la adolescencia nunca volver a presentar síntomas

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